2010-09-15

LA EXCEPCIÓN A LA REGLA


Hacía tiempo que no metía ninguna entrada en este blog. Cuando lo fundé, me propuse a mí mismo, escribir por lo menos una vez a la semana. Los ánimos decayeron, y me bajé la auto-obligación a una al mes. Tampoco fue satisfecha. Como siempre, rehuyo de las normas, suelo tirar por la calle del medio, la excepción a la regla: hacer lo que me de la gana. Y así se va fraguando este site mío en el ciberespacio, a golpe de apetencia.
Ya que presumo de conocerme, por lo menos hasta donde me dejo (como todo el mundo), he llegado al acuerdo con esa parte de mí que me obliga a fijarme obligaciones que solo escribiré cada vez que tenga algo que contar.




Nota mental: asesinar a mi Pepito Grillo particular y dejar tirado el cadáver en la cuneta de mi Vida.
Así que he decidido enarbolar la bandera del loquemedelagana y dejar aquí pegadas unas líneas para el que quiera mirar.

Pues sí, hoy me apetecía escribir algo. Nada en particular, que sigo respirando y me lleno de vida cada vez que lo hago. Optimismo inusitado, descarado y abierto. ¿Por qué no? Allá quedaron las tinieblas de la depresión, aquella que nunca me alcanzó y no porque no lo intentara. Hoy me dejo querer más que ayer por mí mismo, me permito regalos imposibles... tiempo libre, paseos mañaneros, agenda despejada...

Como decía en una ocasión mi querido maestro, me considero una persona afortunada, y no porque sea funcionario ni mucho menos, sino porque trabajo tres días a la semana, solo unas pocas horas por día. El resto del tiempo lo dedico a mi casa y a mi huerto, me lo dedico a mí. No necesito más...
y aunque alguno se atragantó cuando pronunció dicho axioma, porque al fin y al cabo, el concepto de libertad y felicidad es de libre interpretación, me quedé pensando si sería capaz de desprenderme de tantas cosas para hacer lo propio. El tiempo me lo demostró.

La vida se torna divertida si sabes dar volteretas, si te atreves a aflojarte el nudo de la corbata y montarte en la cama elástica sin paracaídas ni arneses, ni cinturones de seguridad. Y así me lo propuse y empecé a saltar en ella. Siguiendo la estela de mi maestro, dejé de pensar en lo que era lo apropiado, o lo que se suponía que era lo correcto y me embarqué en la aventura de mí mismo, y dejé de pre-ocuparme por todo.

Hoy en día, soy un paria de lo políticamente correcto, atravieso ideales establecidos por otros como si fueran muros de papel, y me reafirmo en encarnar la excepción a la regla. Hoy en día me establezco en un trabajo mal pagado, a cinco horas al día, sin espectativas de promocionar, mal mirado socialmente porque no ofrece prestigio alguno, librando dos fines de semana al mes... pero a cambio disfruto de precioso tiempo. Un tesoro logrado por pocos, pues yo lo tengo. La excepción a la regla.

Si eres capaz de darle la vuelta a la taza de la Vida verás que debajo se encuentra la espontaneidad del momento. Déjate llevar por su sencillez, encuentrale el gusto al cosquilleo del vértigo en la barriga...

Sigue tu propia estela y dedícate a lo verdaderamente importante, a tus necesidades. Recuerda que el día que naciste, llegaste desnudo y desnudo te irás. Tú verás en lo que inviertes tu tiempo.

No hay comentarios: