Desaparecer dentro de uno mismo debe ser como implosionar. Como disolverse de fuera hacia dentro. Eso es lo que pretendo hacer desde que leí el título de un disco llamado de esta misma forma.
He caminado mucho para darme cuenta de ello y cada paso que doy en el Sendero ha servido para derrumbar muros, descorrer velos y aligerar la carga.
¿He empezado a caminar descalzo?. No lo sé. Es difícil saberlo, sobre todo cuando no quiero aceptar las señales que veo. Es lo que siempre he buscado, ¿no?. ¿Cuándo dar el primer paso sin calzado? ¿cuándo lo que sabe el corazón se reflejará en la mirada?. ¡Qué difícil elección!.
...y sin embargo, ¿cuándo empezará él a morir?
Miremos hacia atrás en el Sendero, no demasiado, lo suficiente como para ver cuándo empezó a descender. Descensos ha habido algunos pero no como aquel. Me refiero al que trajo a la Tenia. Desde entonces, el Sendero empezó a revelarse ante mi entendimiento y todo adquirió un brillo especial, ¡qué maravilla!.
Aunque el precio que tuve que pagar fue elevado en mi opinión; el tener que llevar conmigo a la Tenia en mis entrañas daba mucho miedo y al principio fue duro aceptarlo.
Pero ella me reveló que mi locura debía parar, primero bruscamente y luego cada vez más de forma decidida. Y entonces, no tuve más remedio que combatir el sufrimiento, por lo menos hasta el punto que no fuera insoportable. No acabó conmigo como yo me temía, al menos todavía.
En verdad, ahora lo recuerdo, la Tenia me comía vivo cada vez que la cólera me invadía, cada vez que el deseo o el miedo me llevaban de la mano. Ya no es así, ya sé parar. Que remedio ¿no?.
Desde que no la alimento, ella duerme en mi vientre. Allí reside hasta que la agitación la despierte y empiece a devorarme de nuevo. Pero esto no ha de pasar, al menos si sigo en el Sendero. Sé que ella morirá si dejo de alimentarla con mi sufrimiento, se debilitará y se evaporará. Aunque esto será antes que él muera, mucho antes. Creedme.
El Sendero se ha vuelto angosto y requiere de un gran esfuerzo para seguir adelante. El peso de mi carga personal tira hacia atrás y no hay nadie que pueda ayudarme a soportarla. La única salvación es deshacerme de la mayor parte de ella.
El Sendero dice que todos los caminos que he recorrido antes de él llevan al mismo Sendero. Esto está claro para mí. Pero es difícil no extraviarse y perderse en los atajos y laberintos de la ignorancia. El Sendero es el camino del medio, el más recto para que él muera.
El Sendero dice que todos los caminos, cuando aprendes a leer las indicaciones, desembocan en el mismo lugar, ¿para qué recorrerlos de nuevo?.
He recorrido incontables veces los caminos de él y ya me los conozco hasta el hastío. La Tenia me enseñó a escuchar y yo escuché al Sendero. El Sendero dice que él debe morir y la única forma de hacerlo es dejar de caminar por sus caminos. Así, él morirá como le pasará antes a la Tenia.
El Sendero dice que no comer solo lo que gusta, no abandonarse a la fantasía, no evadirse, no dejarse llevar por creencias, costumbres u opiniones de otros o propias, no yacer ocioso le matará.
El Sendero dice que permanecer alerta, estar en el presente, hablar solo lo necesario, cultivarse, mantener la disciplina, le matará.
Esto es lo que dice el Sendero
He caminado mucho para darme cuenta de ello y cada paso que doy en el Sendero ha servido para derrumbar muros, descorrer velos y aligerar la carga.
¿He empezado a caminar descalzo?. No lo sé. Es difícil saberlo, sobre todo cuando no quiero aceptar las señales que veo. Es lo que siempre he buscado, ¿no?. ¿Cuándo dar el primer paso sin calzado? ¿cuándo lo que sabe el corazón se reflejará en la mirada?. ¡Qué difícil elección!.
...y sin embargo, ¿cuándo empezará él a morir?
Miremos hacia atrás en el Sendero, no demasiado, lo suficiente como para ver cuándo empezó a descender. Descensos ha habido algunos pero no como aquel. Me refiero al que trajo a la Tenia. Desde entonces, el Sendero empezó a revelarse ante mi entendimiento y todo adquirió un brillo especial, ¡qué maravilla!.
Aunque el precio que tuve que pagar fue elevado en mi opinión; el tener que llevar conmigo a la Tenia en mis entrañas daba mucho miedo y al principio fue duro aceptarlo.
Pero ella me reveló que mi locura debía parar, primero bruscamente y luego cada vez más de forma decidida. Y entonces, no tuve más remedio que combatir el sufrimiento, por lo menos hasta el punto que no fuera insoportable. No acabó conmigo como yo me temía, al menos todavía.
En verdad, ahora lo recuerdo, la Tenia me comía vivo cada vez que la cólera me invadía, cada vez que el deseo o el miedo me llevaban de la mano. Ya no es así, ya sé parar. Que remedio ¿no?.
Desde que no la alimento, ella duerme en mi vientre. Allí reside hasta que la agitación la despierte y empiece a devorarme de nuevo. Pero esto no ha de pasar, al menos si sigo en el Sendero. Sé que ella morirá si dejo de alimentarla con mi sufrimiento, se debilitará y se evaporará. Aunque esto será antes que él muera, mucho antes. Creedme.
El Sendero se ha vuelto angosto y requiere de un gran esfuerzo para seguir adelante. El peso de mi carga personal tira hacia atrás y no hay nadie que pueda ayudarme a soportarla. La única salvación es deshacerme de la mayor parte de ella.
El Sendero dice que todos los caminos que he recorrido antes de él llevan al mismo Sendero. Esto está claro para mí. Pero es difícil no extraviarse y perderse en los atajos y laberintos de la ignorancia. El Sendero es el camino del medio, el más recto para que él muera.
El Sendero dice que todos los caminos, cuando aprendes a leer las indicaciones, desembocan en el mismo lugar, ¿para qué recorrerlos de nuevo?.
He recorrido incontables veces los caminos de él y ya me los conozco hasta el hastío. La Tenia me enseñó a escuchar y yo escuché al Sendero. El Sendero dice que él debe morir y la única forma de hacerlo es dejar de caminar por sus caminos. Así, él morirá como le pasará antes a la Tenia.
El Sendero dice que no comer solo lo que gusta, no abandonarse a la fantasía, no evadirse, no dejarse llevar por creencias, costumbres u opiniones de otros o propias, no yacer ocioso le matará.
El Sendero dice que permanecer alerta, estar en el presente, hablar solo lo necesario, cultivarse, mantener la disciplina, le matará.
Esto es lo que dice el Sendero
2 comentarios:
¿Por qué me suenas a reflejos de un hombre atormentado?
tal vez sí, pero por lo que veo el post es demasiado subjetivo para que sea entendido. Ya te lo dije
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